lunes, 18 de junio de 2012

Peleando Con Tu Dios

Así como los amigos pelean algunas veces, no es extraño pelearte con tu Dios también.
Tú puedes hablar con tu Dios en tus oraciones.
Tu Dios puede hablar contigo en tus meditaciones.
Tu Dios puede no estar de acuerdo con tus ideas.
Tú puedes no estar de acuerdo con las respuestas de tu Dios.
Tu Dios podrá enojarse contigo por ello, pero nunca te castigará ni te abandonará completamente.
Tú podrás enojarte con tu Dios pero nunca podrás darle la espalda ni dejar de pensar en tu Dios por completo.
Tu Dios espera tus disculpas.
Tú esperas las disculpas de tu Dios.
Acéptalas.
Dalas.
Tarde o temprano los dos volverán a ser grandes amigos.
Esa es una amistad estrecha.
— El Evangelio de la Alegría de Marco Rubio 乂◠‿◠乂

No hay comentarios:

Publicar un comentario